7 de noviembre de 2008

Anteproyecto de reforma de la legislación procesal


Justicia: ¿qué reforma? fue el título de una llamativa editorial de El País que se ha publicado esta semana. Ironizando, sin demasiada originalidad, alrededor de las reformas sobre la Justicia y su colapso final para -en la línea gubernamental- cuestionar la exactitud de la denunciada precariedad de medios y proyectar el foco sobre la responsabilidad de los jueces. Digamos, también, que concede la inadecuación de los métodos, ciertos ' sistemas informáticos interconexionados y no disociados entre sí', y que cuando exige que el juez sea el responsable último del sistema judicial español, lo que está pensando es en atribuirle la responsabilidad digamos política. Expresión ésta última que nos lleva a sospechar que el editorialista se ha visto con serias dificultades para encontrar, en los últimos desastres, responsable político alguno.

Sin embargo no es cierto que 'ningún otro ámbito administrativo' haya estado sometido 'a una pulsión reformista tan persistente y publicitada, incluidos rimbombantes pactos'; en absoluto. Y tampoco es muy exacto calificar la reforma que proyecta el Ministerio como una simple 'reordenación de la oficina judicial', minimizando su importancia. El Anteproyecto de reforma de la legislación procesal, de fecha 18 de julio de 2008, inicia su Exposición de Motivos con una rotundidad que difiere bastante de la apreciación periodística:

"La reforma de la Justicia se ha convertido en un objetivo crucial e inaplazable"

Y acomete el Anteproyecto, en un documento que se extiende en doscientos cuarenta y seis folios, 'la reforma de todas las leyes procesales' y varias más, afectando a novecientas disposiciones legales, en una reforma que, principalmente, gira alrededor de las funciones del secretario judicial. Ante semejante maelstrom reformista resulta utilísimo consultar el reciente dictamen del Consejo General del Poder Judicial, previo a la presentación del Proyecto en las Cortes, que encontramos en el excelente fondo documental de su página web. Además de la distribución hacia los secretarios de muchas decisiones que estaban encomendadas a los jueces y magistrados, se pretenden modificar los límites del juicio monitorio, modificar la segunda instancia penal, introducir las grabaciones en víedo de los juicios en todas las jurisdicciones, la firma digital de las actas de los juicios o abrir el cauce a las subastas judiciales on-line, entre otras muchas variaciones de toda índole, que suscitan y merecen muchos comentarios.

Pero, dando la espalda a los atractivos contenidos de esta reforma, es preciso volver sobre esos lustros de persistentes y publicitadas reformas, y deshacer el equívoco. Nada mejor para ello que acudir al magnífico libro Mitos y ritos de la Administración española de Luis Fernando Crespo Montes (INAP, 2003) y tomar el pulso a la organización del Ministerio de Justicia. Ministerio 'resguardado de los vientos de la reforma' ya en los años cincuenta, antiguo y anticuado, y que cuando se inicia la transición política se hallaba en una situación en la que, como con inusual comicidad señala el autor, 'hablar de planificación o programación, de objetivos y metas, de plazos y unidades responsables era como pretender que el homo erectus llorara de emoción con un aria de Mozart si la hubiere escuchado en plena sabana'.

La descentralización tardía en la gestión de medios y materiales se inciará en los años ochenta y será posteriormente, en un lento tejer y destejer que no parece tomar forma hasta finales de los años noventa, cuando comience a dar sus frutos, sobre todo, a partir del impulso de las transferencias de competencias a las Comunidades Autónomas y su decidido empeño en incrementar las inversiones en Justicia.

Es innegable que, como señala Crespo, y recoge en cierta medida el editorial, tanto plan, libro blanco, reformas y programas, producen cierta fatiga en ciudadanos, políticos y funcionarios. Que, como en frase de Martín-Retortillo recogida por Crespo, 'la valoración de las reformas administrativas de todos los paises y de todos los tiempos, ha sido siempre negativa y decepcionante. Demasiado ruido y pocas nueces.' Que, en definitiva, en palabras esta vez de Juan Manuel Eguiagaray, modernización es 'sobre todo, una estrategia de cambio y una concurrencia de ilusiones para mejorar'.

20 de octubre de 2008

Secretarios Judiciales en huelga


Podemos estar al corriente de las últimas noticias de la protesta funcionarial a través de esta página web. En la convocatoria del paro de tres horas previsto para mañana, el Colegio de Secretarios y la Unión Profesional realizan un diagnóstico de la situación demoledor 'una absoluta falta de dedicación a la Justicia de medios organizativos, humanos, materiales e informáticos, unas irrisorias inversiones económicas en Justicia que traen consigo que los españoles tengan que soportar una Administración de Justicia dotada con medios decimonónicos, para una sociedad del siglo XXI, y un estancamiento que dura ya cinco años, de la reforma de la oficina judicial legalmente exigida desde la Ley Orgánica del Poder Judicial de 2003 , que el Ministerio de Justicia no ha liderado.'

Otra voz que vuelve sobre el toque decimonónico, aunque también al 'estancamiento que dura ya cinco años' de las reformas emprendidas desde el Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia (2001), cuyos principios rectores ya se apuntaban en 1997 en el Libro Blanco de la Justicia.

En lo referente a oficina judicial e informática, se decía en aquel Libro:

"La incorporación de los medios informáticos es necesaria e inaplazable. Debe entenderse en su concepción moderna y actual: ordenación del proceso, ayuda a la decisión, sistema integrado e intercomunicado. Su utilización debe ser imperativamente exigida. Es necesario realizar un esfuerzo serio, coordinado y urgente, que permita dotar a toda la organización judicial de este instrumento. No se puede hablar de reforma de la Justicia sin la informatización de los órganos judiciales. En la oficina judicial la informatización permite –ni más ni menos– la ordenación de los procesos que, como es obvio, es de vital importancia."

Prácticamente, aunque ya en aquellas fechas estaban en marcha los proyectos "Libra" y "Corte", es a partir de entonces cuando se inicia el proceso de creación de aplicaciones informáticas de gestión y comunicación procesal como son, sin posibilidades de ser exhaustivo: Lexnet, Avantius, Minerva (sucesor de Libra), Atlante, Themis, Cicerone, Adriano... (Para una visión más completa de la labor de modernización veasé este artículo de Julio Pérez Gil)

Sin embargo este proceso avanza con extraordinaria lentitud. Presentadas en Murcia, en julio de 2008, por el Ministro de Justicia, distintas innovaciones, la nota de prensa oficial anunciaba que 'La aplicación informática del sistema de gestión procesal Minerva NOJ 1.0 está ultimada y en la segunda quincena de agosto comenzará su implantación en los 8 juzgados de instrucción, los 5 penales y los 2 de violencia sobre la mujer de Murcia'. Se presentaban también otras 'innovaciones' como la e-apostilla, o las subastas judiciales on-line a través del portal e-justicia.

En este portal -dirección e-justicia.es (pues podemos llegar a otras web si no atinamos con el dominio .es)- se ve la mano artesanal de un, ya conocido en la web, secretario judicial. Y, francamente, resulta cuando menos sorprendente que se haga uso de las aplicaciones gratuitas de blogger y google para poner en marcha semejante máquina de modernización. Que, además, haya que utilizar un nick para pujar entrando en un blog, le deja a uno de piedra.

No obstante habrá que decir que estas aplicación para las subastas es heredera de otra realidad que encontramos en los procesos de modernización: la iniciativa, loable desde luego, de varios funcionarios individuales para, a través de su dedicación personal y sin contar con ningún medio, acercar a través de distintas páginas web no oficiales distintos juzgados y tribunales, iniciativas que espero comentar otro día, y que demuestran las penurias por las que, en algunas ocasiones, discurre el proceso modernizador.

28 de septiembre de 2008

Modernización de la Administración de Justicia


'No se pueden exigir responsabilidades del siglo XXI con estructuras organizativas y métodos de trabajo del siglo XIX', afirma Antonio Dorado, Vocal del Consejo General del Poder Judicial, en una entrevista para el ABC que se publicaba el 28 de septiembre de 2008 (afirmación que nos han hurtado en su versión digital) Hace unos días otra voz autorizada, Perfecto Andrés Ibañez, al referirse a los 'momentos delicadísimos' por los que pasa la Administración de Justicia, también se inclinaba por darle el toque decimonónico advirtiendo que 'la infraestructura burocrática permanece en sus constantes galdosianas, tan castizas como inoperantes.'

A pesar de estas constantes, lo cierto es que el proceso de modernización de la Justicia va abriéndose paso, y el importantísimo esfuerzo que se le ha dedicado desde hace unos años se va haciendo visible.

En Navarra la implantación del programa de gestión procesal Avantius, iniciada en el año 2003, permite, desde mediados del presente año, el acceso de los abogados -convenientemente identificados mediante la firma digital - a la consulta vía web de los expedientes judiciales en los que se interviene.

Pueden ver una captura hecha desde mi ordenador:



Inicialmente ofrece los datos generales del proceso, pudiendo consultarse los de los intervinientes; en asuntos penales, los delitos por los que se sigue el proceso, y, en la última columna, el estado del asunto (finalizado o en trámite). Este soporte dará paso a más aplicaciones -una Agenda de señalamientos que ya 'asoma' en el menú que puede verse a la derecha- y en siguientes fases se pretende, entre otras posibilidades, que permita la consulta de las resoluciones judiciales dictadas, para en la fase final, facilitar la presentación de escritos y recepción de notificaciones.

La Justicia, desde luego, ya viene incorporando ordenadores, bases de datos, programas de gestión documental, sistemas de grabación digital de imagen y sonido, acceso vía internet a bases de datos, sistemas de videoconferencia... y es un hecho que está abierta a la adopción de las innovaciones que sean precisas y a la obtención de aplicaciones y sistemas informáticos adecuados. Pero da la impresión de ser un proceso muy costoso, que se enfrenta a una tarea monumental con implicaciones de lo más variado. Como muestra se pueden leer, en el blog de Archivística.net, los muchos artículos dedicados a los graves problemas que presenta la conservación y gestión de los Archivos judiciales.